sábado, 30 de enero de 2010

cuento chino


Erase una vez un niño bajito que quería cojer la luna con sus manos. Sus padres, aunque sabian que cuando alguien señala la luna lo importante es la luna (eran chinos que habian adoptado un niño español), le regalaron una cometa con un hilo muy largo, muy largo para poder alcanzarla. El niño la puso a volar, y hasta consiguió cruzar los océanos con ella. Pero ¡ay! un día el viento sopló y sopló, y la cometa derribó. En su caída dejó muchas personas malheridas y muchas ilusiones rotas. El niño dijo que la cometa no era suya pero los padres, que eran muy sabios (eran chinos que habian adoptado a un niño) le castigaron para que aprendiera que el que se pone de puntillas no puede sostenerse derecho. El niño aprendió la lección y de mayor fue una persona muy importante que siempre se hizo responsable de sus actos.
Epilogo: aunque hubieramos pensado que Diaz Ferran parafraseaba a Groucho Marx con eso de " Yo no hubiera elegido Air Comet para volar a ningún sitio" (con la célebre frase de "no deseo pertenecer a ningún club que acepte como socio a alguien como yo"), resulta que quería decir que Air Comet no era suya cuando quebró...


No hay comentarios:

Publicar un comentario